Los padres y madres de nuestra sociedad evidencian buenas intenciones. Sólo si hiciéramos un análisis en el campo idílico: en la infancia, dónde la distribución de bienes no es ideológica, dónde los principales escenarios funcionan bajo extensiones acompetititivas. Con el cambio de fase o de registro, uno advierte la contrautopía, la degradación de las buenas intenciones y la pura puta realidad.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
El viaje de Chihiro.
Los padres y madres de nuestra sociedad evidencian buenas intenciones. Sólo si hiciéramos un análisis en el campo idílico: en la infancia, dónde la distribución de bienes no es ideológica, dónde los principales escenarios funcionan bajo extensiones acompetititivas. Con el cambio de fase o de registro, uno advierte la contrautopía, la degradación de las buenas intenciones y la pura puta realidad.
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