martes, 30 de marzo de 2010

Se cumplen 100 años del nacimiento de Miguel Hernández.


Supe por primera vez de Miguel Hernández no por sus versos escritos sino por Serrat, aquel que cantaba y precedió al poeta (al menos en mi desinformación), y uno sintió, no sé si por vez primera, el vertiginoso hechizo de la palabra limpia, aquellos sueños demasiado cerca del corazón, ya tan lejos del presente.
Que instantes cuando se escapaban aquella legión de versos omnipresentes. Tenían el poder de convencer, la inteligencia y un punto de locura. Estábamos preparados, convertidos a la demanda de la alborozada certeza.
Ayer escuché a Enrique Morente en la Radio, no asociaba el flamenco (en mi ceguera) a Miguel Hernández… ¡menudas versiones!

No hay comentarios:

Publicar un comentario