sábado, 1 de enero de 2011

ilusiones


Acaba el año, lo que me llena de orgullo. Los desvelos del corazón giran en torno a los dos pequeños, ya sabéis… anoche he vuelto del pueblo dónde mis padres se vuelcan en reconstruir una casa en un intento de conducirnos a la tierra. Hemos trabajado duro y cada día, descubro el privilegio de ser hijo suyo. La casa me inspira, mi hermano trabaja para que mis padres puedan disfrutarla y los logros casi se hacen realidad en este 2011. Nada cuestiono, nada excluyo pero me emociona pensar que aquí G y V obtendrán en un futuro una grata sorpresa. Por mi parte, mi ilusión es la de ofrecer a los dos amores que profeso un lugar en el mundo, una arquitectura, un emplazamiento evocador.

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